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PROYECTOS CULTURALES

Jornadas sobre el Papa Luna en los centros educativos de Peñíscola

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Papa Luna en su escritorio

¿QUIÉN FUE EL PAPA LUNA?

Nombre secular: Pedro Martínez de Luna y Pérez de Voltor, nacido en Illueca el 23 de noviembre de 1324 y fallecido en Peñíscola el 23 de mayo de 1423.

Fue papa en la obedencia de Aviñón y cardenal desde diciembre de 1375. Llegó a Peñíscola en 1411 después de vivir en Italia.

El período de su papado destacó por estar inmerso en el Cisma de Occidente, la iglesia católica se vio dividida en dos: una sede en Avignón y otra sede en Roma, con un papa distinto en cada una de ellas.

En la obediencia de Roma le llamaban el antipapa. Era un hombre rebelde, testarudo, brillante, culto, inagotable, de fuerte carácter y gesto seco, que se enfrentó a la Iglesia Católica hasta ser excomulgado y condenado por Roma en el Concilio de Constanza (1413); y que puso en jaque a las monarquías europeas. Era un personaje que pretendía, ante todo, una Iglesia más cercana al pueblo y que al tiempo amaba la cultura y la política de consensos.

El médico del Papa Luna

EL MÉDICO DEL PAPA LUNA

Jerónimo de Santa Fe, fue el médico personal del pontífice que en 1418 consiguió salvar su vida después de que Fray Calvet y Domingo Dalava intentaran asesinarlo con arsénico.

Jerónimo de Santa Fe, de nombre hebreo Yehoshúa’ ben Yosef ibn Vives ha-Lorquí, Josué ha-Lorki o Joshua ben Joseph al-Lorqui, y latino Hieronymus de Sancta Fide (Alcañiz, mediados del siglo XIV – 1419), fue un judeoconverso aragonés, rabino, y médico. Tras su conversión, escribió en latín De iudaicis erroribus ex Talmut (traducido como «Errores y falsedades del Talmud»). Pertenecía a una familia de rabinos y eruditos de Lorca; y también tenía relación de parentesco con el Papa Luna.1​

En la disputa de Tortosa se le encargó la defensa del cristianismo frente al judaísmo, por su conocimiento de ambas religiones, al ser un converso. Anteriores polemistas contra el judaísmo habían sido, en Francia Nicolás Donin, y en la Corona de Aragón Raimundo Martí (ambos en el siglo XIII).

El médico de Benedicto XIII

EL MÉDICO DEL PAPA LUNA

Rabi Jehosuah Hallorqui es el nombre original de este médico judío convertido al Cristianismo.

Estudió en la «célebre Universidad de Mallorca fundada por Raimundo Lulio para el estudio de las ciencias y lenguas orientales, y a la que concurrían los jóvenes cualquiera que fuese la religión que profesaban». Se le consideraba experto en letras talmúdicas (obra que recoge las discusiones rabínicas sobre leyes y costumbres judías), Teología, Sagrada Escritura, y Medicina, habiendo ejercido en la corte del rey Alfonso V.

Su conversión se produjo en el año 1379 por influencia de San Vicente Ferrer. Ese año fue bautizado adquiriendo el nombre de Jerónimo Santa Fe. Su fama le llevó a convertirse en el médico particular de Benedicto XIII, conocido con el nombre del antipapa Pedro de Luna. Fue Santa Fe quien instó a Benedicto XIII «que hiciese convocar a todos los rabinos y doctores de la Sinagoga de España, y él les convenciera con la doctrina de la verdad de la fe de Jesucristo, verdadero Mesías». Esta petición se debía a que, aunque las conversiones se contaban por millares, los padres de la iglesia judía eran reacios a la doctrina cristiana. Finalmente, todos fueron convocados en Tortosa.

Todos, excepto dos, sucumbieron al discurso de Jerónimo Santa Fe que fue atacado desde el judaísmo como blasfemador en un texto titulado Los Artículos, al que el converso contestó escribiendo el Hebreomastix o Azote de los Hebreo. 

EL PAPA LUNA Y EL CISMA DE OCCIDENTE

En el siglo XIV se gestó un malestar en Italia por el continuo nombramiento de papas franceses y no romanos o italianos. Y es que el dominio francés del papado llegó hasta tal punto que la Santa Sede se trasladó a Aviñón, en el sur de Francia.

En este contexto histórico nació Pedro de Luna, cuya familia era una de las más notables del reino, entroncada con arzobispos y reyes. Al ser el segundón de su casa, como era habitual, empezó la carrera militar y luego se dedicó a la Iglesia. Estudió en la Universidad de Montpellier, en la que luego fue profesor de derecho canónico. Fue elegido cardenal por el papa Gregorio XI, el último papa de origen francés. Este nombró obispos franceses en gran cantidad de diócesis italianas, lo que ocasionó una serie de revueltas. Para evitar perder los territorios papales de Italia, decidió regresar a Roma y en esta situación murió y se celebró el cónclave para designar a su sucesor en 1378.

Este cónclave sufrió una serie de irregularidades. En primer lugar, no se esperó a la llegada de seis cardenales electores que residían en Aviñón. En segundo lugar, el pueblo de Roma, temeroso de la elección de un nuevo papa francés, se manifestó en la plaza de San Pedro pidiendo que se eligiera un papa romano, o al menos italiano, llegando incluso a irrumpir en el cónclave. Y en tercer lugar, con las prisas ante la situación, se eligió al italiano Bartolomeo Prignano, que adoptó el nombre de Urbano VI, que ni siquiera estaba en el cónclave por no ser cardenal, tan sólo por contentar a la muchedumbre.

Ese mismo año, un buen número de cardenales, entre los que estaban los que no pudieron asistir al cónclave, se reunieron y declararon nula la elección del papa, ya que se había votado más por miedo, que por convicción. Éstos eligieron como papa a Roberto de Ginebra, que adoptó el nombre de Clemente VII y volvió a Aviñón y al que Pedro de Luna rindió obediencia. A consecuencia de esto hubo dos papas, Urbano VI en Roma y Clemente VII en Aviñón. Urbano VI tenía el apoyo de los Estados italianos y Clemente VII el de Francia.

El problema no se resolvió con la muerte de ambos, sino que se eligieron sucesores en ambas sedes, llegando a haber simultáneamente hasta tres papas. En 1394, a Clemente VII lo sustituyó Pedro de Luna que adoptó el nombre de Benedicto XIII. Sin embargo, este no obtuvo el apoyo de Francia porque a los franceses no les interesaba tener en Aviñón a un papa súbdito de la Corona de Aragón, tradicional enemiga de Francia, como era Benedicto XIII. Francia reaccionó en 1398 privando al papado de Avión de su sostén económico y político, y coaccionando a Benedicto XIII para que dimitiera de su cargo, a lo que se negó en rotundo.

Benedicto XIII en su escritorio

CURIOSIDADES

1) Sabemos a ciencia cierta cómo era el rostro del papa Luna. Y es que en cierto momento prometió que donaría unos relicarios a la Seo de Zaragoza, pero ya que los pagaba de su propio bolsillo, uno de esos relicarios, el dedicado a San Vicente, tiene el mismo rostro del papa aragonés. El mismo salvo un pequeño detalle. Y es que Pedro de Luna tenía una buena nariz, así que como en aquella época todavía no existían las operaciones estéticas, ordenó que el rostro del relicario de San Valero que vemos hoy en día en la Seo fuera su propia cara a excepción de la nariz, ordenando que se la retocasen para salir más favorecido.

2) El cráneo del Papa Luna (Benedicto XIII) fue robado en abril del año 2000 del Palacio de los Condes de Argillo de Sabiñán. A este suceso le siguieron cartas anónimas reclamando dinero por su devolución lo que despertó el interés de la prensa nacional e internacional. Fue publicada en diarios como ‘The Washington Post’, BBC o ‘The New York Times’. En torno al suceso giraba una sola pregunta: ¿Se trata de la verdadera calavera del papa Luna?

El 7 de abril de 2000, dos hermanos sustrajeron la pieza y una urna, que escondieron en una caseta que tenían alquilada sus padres en Morés (Zaragoza). Tiempo después, enviaron dos cartas anónimas al alcalde de Illueca, localidad natal de Benedicto XIII, con un manuscrito y un carrete de fotos donde se mostraba el cráneo y la urna, por los que reclamaban un millón de pesetas. 

El grupo de Patrimonio de la Guardia Civil recuperó ambas piezas en septiembre del año 2000 y el cráneo fue declarado Bien de Interés Cultural. Los ladrones fueron condenados a penas de seis meses de prisión, que sustituyeron por una multa de 2.190 euros.

 

Papa Luna leyendo

LA BIBLIOTECA DEL PAPA LUNA

Entre los legados que nos dejó el Papa Luna están haber fundado la Universidad de Saint Andrews en Escocia y haber dedicado los últimos años a escribir y a crear una de las bibliotecas más importantes de la época.

Desde que salió de Francia, Benedicto XIII pasó por Perpiñán, Barcelona, Tarragona y Zaragoza, instalándose definitivamente en Peñíscola. Los desplazamientos incesantes obligaron a Pedro Martínez de Luna a constituir,  desde 1403, una colección de libros destinada a trasladarse con la corte papal. Estas circunstancias, facilitaron la existencia de contactos artísticos puntuales entre Aviñón y el escritorio de Peñíscola. En 1408 Pedro de Luna compró una serie de materiales para la elaboración de refinados manuscritos en una fase previa a la instalación definitiva de la biblioteca papal en Peñíscola.

El asedio al palacio papal de Aviñón en 1411 que culminó con la capitulación de las tropas de Rodrigo de Luna y su posterior abandono en manos de Franlois de Conzié, arzobispo de Narbona, obligó el traslado forzoso de los volúmenes desde Aviñón a la que había sido antaño fortaleza templaria, cedida por la orden de Montesa a Benedicto XIII. Pedro Martínez de Luna ordenó transportar buena parte de los libros conservados en el piso superior de la Turris pape, con el ánimo de organizar en la nueva sede papal una biblioteca más rica que la anterior. 

Se desconoce el emplazamiento del Studium instalado en el palacio-fortaleza de Peñíscola, ámbito que albergaba un elevado número de libros, incluidos en el inventario realizado el día 30 de Junio de 1423 (Barcelona, Biblioteca de Catalunya, ms. 235). Esta situación se complica porque los documentos aluden a un studium portatile domini nostri pape, elaborado por el carpintero valenciano Vicent Serra, mueble utilizado por Benedicto XIII como biblioteca portátil112. La ausencia de datos específicos no afecta a la librarle maioris castri Paniscole o librería mayor, reconstruida topográficamente por Josep Perarnau, destinada a contener los libros procedentes de la biblioteca papal de Aviñón. Según sus investigaciones, se hallaba en una estancia cuadrangular, perforada por dos vanos, habilitada en la segunda planta del castillo. Los libros se distribuían en tres armarios agrupados por materias. A estas dos grandes colecciones se deben añadir los libros conservados en la camera pape, es decir, la habitación privada de Benedicto XIII. En el momento de su muerte, se hallaron en esta pieza dos cofres de hierro de la Obra de la catedral de Barcelona que contenían en su interior veintinueve códices. 

 

San Vicente Ferrer

SAN VICENTE FERRER

En 1379, Vicente Ferrer fue Prior del convento de los dominicos de Valencia. Era entonces una de las personas más influyentes en la ciudad y en todo el Reino de Aragón. El año 1378 la Iglesia católica se vio inmersa en el llamado Cisma de Occidente. Durante los años de 1380 a 1387 Vicente Ferrer fue requerido por un gran número de personas para tareas de la mayor confianza. Era designado como mediador y consejero en las materias más delicadas.

Vicente Ferrer pasó a prestar servicios al Cardenal de Aragón Pedro de Luna, que lo nombró su confesor y limosnero. Lo acompañó en sus viajes por los distintos Reinos hispanos. El año 1394 murió el Papa de Aviñón Clemente VII. Se celebra un nuevo cónclave, que el 28 de septiembre elige Papa al cardenal de Aragón Pedro de Luna, que se convierte en el Papa Benedicto XIII, que será también conocido por la historia como “el Papa Luna“. Sigue el Cisma. Tanto el Reino de Castilla como el de Aragón se mantuvieron en la obediencia a Benedicto XIII.

Papa Luna envenenado

ENVENENAMIENTO DEL PAPA LUNA

En 1418 el papa Luna fué envenenado por dos sirvientes, Fray Calvet y Domingo Dalava  que pusieron arsénico en un postre muy típico de la época, realizado con citronat pero el papa consiguió sobrevivir. 

El intento de asesinato habría sido organizado por un cardenal al servicio del papa Martín V. Un médico hebreo trató a Benedicto con un remedio, conocido desde entonces como Pulveris Papae Benedicti, tras lo cual se recuperó.​ Sobrevivió a otros intentos de envenenamiento contra su persona.

La tisana que le administró su médico, que hoy conocemos como la Tisana del Papa Luna, contiene 8 plantas: hinojo anisado, cilantro, anís, alcarabea, comino, la corteza de la canela, raíz del díctamo, regaliz, azúcar. La receta viene de un pergamino del año en el que  se intentó envenenar al Papa Luna. En la fórmula se especifica que se deben tomar dos cucharas por la mañana y por la noche. Sus beneficios están documentados y comprobados.

 

Papa Luna en su trono

MANTENERSE EN SUS TRECE

Pedro de Luna no se rindió, e hizo famosa la frase de “mantenerse en sus trece” en referencia a su nombre como pontífice, Benedicto XIII. Regresó a su tierra natal para asegurarse su apoyo de la Corona de Aragón. Benedicto XIII esperaba el apoyo del Rey de Aragón y de su más íntima amistad y confesor personal, San Vicente Ferrer, en aquel momento crucial, cuando parecía incluso que el Cisma se podía resolver a su favor. Pero no fue así, y Benedicto XIII vio como se le giraba la tortilla.

“Fue el único pontífice elegido papa por cardenales anteriores al Cisma de Occidente” señalaba Jesús de Maeso, y desde esa legitimidad mantuvo el pulso. En Roma, un nuevo papa, Gregorio XII, de carácter moderado y pacificador, asumió el poder con la pretensión de terminar con la bicefalia de la cristiandad. Fue entonces cuando se produjo la conocida como cumbre de Pisa, en la que se invistió a un nuevo papa, Alejandro V. Los otros dos pontífices se negaron a renunciar, por lo que tras este Concilio no hubo dos, sino tres papas simultáneos.

CASTILLO DE PEÑÍSCOLA

El Castillo de Peñíscola se alza sobre un tómbolo rocoso de más de 200 metros de perímetro, alcanza una altura de 64 metros. Fue empezado a construir por los templarios en 1294 y terminó se terminó su construcción en 1307. Posteriormente, fue palacio papal con la llegada del Papa Luna en 1411.

Es un edificio anacrónico, esto es un edificio románico en plena época del gótico. El monumento conserva en la actualidad todas las particularidades de una obra templaría siendo uno de los más claros exponentes de dichas características. Muestra una arquitectura gótica de marcado carácter románico puro y estilo cisterciense, austero. Destaca su parecido con el castillo de Miravet, construido 150 años antes.En 1319 con la disolución de la orden del Temple, el castillo pasó a manos de la Orden de Montesa los cuales ampliaron la fortaleza. En la guerra de sucesión la ciudad se declaró partidaria de Felipe V y resistió los asedios de las fuerzas inglesas del archiduque Carlos en 1705 y 1707. Durante este periodo el castillo será reforzado con nuevas construcciones.

Se encuentra en perfecto estado de conservación, aunque le falte una cuarta parte que se destruyó en 1814; en el transcurso de la guerra de la Independencia. Condenada a un duro e implacable sitio por parte de las tropas españolas que intentaban recuperar la ciudad ocupada por los franceses. Tuvieron de someterla a un fuerte bombardeo que asoló gran parte de las casas cercanas al castillo y parte de la fortaleza, dejando marcas en las murallas.

Después de las guerras carlistas en que la ciudad defendió la causa liberal, la importancia militar de la fortaleza decreció rápidamente.El recinto amurallado dispone de tres puertas: Sant Pere (San Pedro) o del Papa Luna, Portal Fosc o de Felipe II y la puerta de Santa María, esta última del siglo XVIII.

Destaca en las murallas los garitones defensivos, y el  escudo del rey Felipe II con el blasón de Portugal. El castillo esta declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931.

Papa Luna y un monje

BENEDICTO XIII Y LA IGLESIA

En 1406 Benedicto XIII inició conversaciones con Gregorio XII  para renunciar de manera conjunta y unificar la sede papal, pero esta posibilidad fracasó al insistir Benedicto XIII en su exclusiva legitimidad. Incluso promovió la llamada Disputa de Tortosa en 1413  entre canónigos católicos y dirigentes religiosos judíos, en un intento de revitalizar su actividad papal y de contrarrestar el menguante apoyo a su causa.

Finalmente, las tesis conciliaristas, que defendían que el concilio era superior al papa, triunfaron y, al negarse nuevamente a renunciar, Benedicto XIII fue condenado en el concilio de Constanza de 1415 como hereje y antipapa, y depuesto junto con el antipapa Juan XXIII. Mientras que el papa Gregorio XII de Roma renunció a favor de la unificación de la Iglesia. El Concilio designó a Martín V como pontífice único.

El antipapa gozó aún de la protección de Alfonso V de Aragón por cuestiones políticas, pero sin real influencia en el resto de Europa. Murió el 23 de mayo de 1423, a los 94 años, en el Castillo de Peñíscola, antigua fortaleza de la Orden del Temple adonde había trasladado la sede papal.​

Su cráneo se encuentra expuesto en la Iglesia parroquial de Sabiñán (Zaragoza).

 

Berenguer de Cardona

BERENGUER DE CARDONA

En esta imagen el Papa Luna sale de la capilla del Castillo de Peñíscola. En ella se celebraba misa en los años que el Castillo fue sede pontificia. Pero ¿Qué son las flores que adornan la parte superior de la puerta de capilla? Son el escudo de Bereguer de Cardona. ¿Quién era Berenguer de Cardona? Berenguer de Cardona fue el penúltimo Maestre de la orden del Temple en la Corona de Aragón. En 1294 la orden a la que pertenecía Berenguer hizo una permuta de posesiones, cediendo Fraga y Tortosa y quedándose con Peñíscola, Cuevas de Vinromà y Ares. 

Berenguer de Cardona , junto al comendador de Peñíscola Arnau de Banyuls, iniciaron la reconstrucción de la fortaleza (el Castillo se construyó sobre una antigua fortaleza musulmana) que duró hasta 1307. Excepto por algunas reformas posteriores y la parte derruida durante el conflicto de 1814, es básicamente la que puede verse hoy.

En la puerta del Castillo de Peñíscola podemos observar que además de los escudos de Berenguer de Cardona, también aparece el de Arnau de Banyuls, comendador de la orden del Temple.¡Acércate al Castillo y los podrás contemplar!.

Créditos:

Idea original:Jordi Pau Caspe, fotografía: Pilar Diago, Asistente de fotografia: Esther Novo, Modelos: Valentín González, Domènech Ferrer, Andoni Pangua y un personaje creado con IA. Documentación para los textos: J. Diez Arnal, periódico La Vanguardia, Blasco Ibáñez, El libro Brevisima historia de Peñíscola,  National Geographic, Josefina Planas, Universitat de València, la web historia de Aragón, Santiago Navascues Alcay, textos de Juan Bautista Juan, Javier Mas, Jesús Maeso, Cánovas Cobeño y Jordi Pau Caspe.

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